domingo, 14 de diciembre de 2014

COMO ELEGIR TU PRIMERA GUITARRA

No es fácil acertar en la elección de una guitarra. Tal vez no exista esa guitarra soñada con la que mantener largos idilios más allá del flechazo inicial, o simplemente la cuestión radique en la naturaleza insatisfecha (y caprichosa) del guitarrista… como leí una vez, quizá se trate de una enfermedad nueva y compulsiva que la revista Guitar Player bautizó como G.A.S. (Guitar Adquisition Syndrome). Más de uno sabrá de lo que hablo. Motivos aparte, el hecho es que no resulta fácil decidirse por un modelo de guitarra determinado, ni siquiera cuando la tenemos en nuestras manos. “¿Me la quedo?”, “¿es la que necesito?”, “¿suena bien?”… aquí no tenemos la respuesta a esas preguntas, pero al menos sí podemos comentar algunos criterios que, durante años, he tenido que emplear tanto asesorando a amigos y conocidos, como para mis propias adquisiciones. Eso me pasó a mí y creo que a la mayoria que fue por primera vez a comprar su guitarra electrica. Por eso este post de forma tal que no se sí les será de utilidad, pero creo que compartir experiencias ayuda mucho. Espero disfruten este post tanto como yo de hacerlo. Cualquier sugerencia es buena, entre todos podemos intercambiar ideas y enriquecernos con lo poco o mucho que sabemos. Todo sirve si es para ayudar. Disfrutenlo. 


Elegir tu 1ra guitarra (Actualizado 04/10/10) 

Si se trata de tu primera guitarra, el asunto es ligeramente diferente. Nunca he estado de acuerdo con ese concepto a là Fisher-Price de la guitarra “mala para empezar”. Léase “barata”, en lugar de mala: no cambia el sentido. Aún así, me parece mala idea. ¿Por qué aprender lo básico con una guitarra que, tarde o temprano, vas a querer reemplazar por una más competente? Es una manera de generar frustración, dificultar el aprendizaje, disfrutar poco con los primeros pasos… y gastar más dinero. No obstante, sí hay algunas cualidades que la primera guitarra debe reunir, y ello nos lleva a intentar sintetizar cuántos tipos de guitarras hay. Una clasificación muy sencilla y general, obviando los aspectos estéticos (formas, colores) sería la siguiente: 

Tipos de guitarras 

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Guitarras eléctricas “clásicas” con puente fijo: Son aquellas que no tienen palanca de tremolo porque las cuerdas descansan sobre un puente totalmente inmóvil. Algunos memorables ejemplos son la Gibson Les Paul, las Grestch, o la Fender Telecaster, además de innumerables modelos similares e imitaciones que siguen la filosofía del puente fijo. Cabe reseñar que muchas veces las imitaciones no se corresponden con el sentido peyorativo del término, sino que se trata de instrumentos competentes que están alcance de más bolsillos. Los guitarristas tradicionales, y especialmente los que se mueven en el terreno del blues, jazz, o rock n’ roll, suelen optar por la que podríamos llamar “opción clásica”. Volviendo a la primera guitarra, está opción sería también la más indicada para aprender y conocer el instrumento. El puente fijo es mucho más sencillo para ajustar las cuerdas, cambiarlas o afinarlas, y cuando alguien está empezando a tocar ya tiene bastante con pulsar cuerdas y aprender acordes, como para añadir complicaciones extra. Estas guitarras clásicas no presentan ese tipo de dificultades añadidas, y por tanto parecen la opción idónea para familiarizarse y dar los primeros pasos. 

saber 


La familia Stratocaster: La Fender Stratocaster es una de las guitarras más influyentes e imitadas del universo guitarrero. Desde que Jimi Hendrix la convirtiera en la guitarra eléctrica por antonomasia (eso sí, en versión zurda), ha sido todo un icono del rock. Sus principales características son las 3 pastillas simples (más adelante comentaremos esto), que combinadas aportan una gran versatilidad de tonos y sonidos, y el uso de la palanca de tremolo sobre un puente que puede oscilar hacia delante. Aunque de posibilidades limitadas, el uso de la palanca expande las posibilidades sonoras de la strato… y resultará indispensable para los que quieran reproducir algunos de los “rugidos “más emblemáticos del rock. Eric Clapton, Yngwie Malmsteen o Mark Knopfler han sido fieles devotos de la stratocaster. Por algo será. 


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La revolución de Mr. Floyd, o guitarras con “puente flotante”. El puente de este tipo, también llamado Floyd Rose debido a su inventor (y dueño de la patente), consiste en un conjunto de muelles que, compensando la presión ejercida por las cuerdas, permiten mantener en equilibrio el punto de apoyo, de manera que con la palanca de tremolo pueden tensarse y destensarse, subiendo y bajando el tono. El Floyd Rose ha sido patrimonio casi exclusivo de las guitarras más “cañeras” del rock, y su popularidad se disparó en los ’80 (las Jackson que usaba Eddie Van Halen montaban este puente), y se consagró en los ’90 gracias a las Ibanez que tocaban virtuosos como Joe Satriani o Steve Vai. Se trata pues de guitarras con sonido potente y mástiles finos para que resulte cómodo interpretar solos de cierta complejidad técnica. Sin embargo no es una buena opción para iniciarse, ya que el puente flotante presenta algunos problemas para ajustar las cuerdas y mantenerlas afinadas, además de la necesaria “compensación” entre los muelles y las cuerdas. 

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Los modelos innovadores: Durante los últimos tiempos se han desarrollado nuevos tipos de guitarras, incorporando novedades realmente asombrosas en muchos casos, como las Parker Fly o la más reciente Line6 Variax. Son guitarras pensadas para cubrir necesidades específicas, como la posibilidad de utilizarse como controladores MIDI, o de emular el sonido de guitarras acústicas o clásicas con cuerdas de nylon. Estos modelos suelen ser la elección de guitarristas de estudio, con mucha experiencia y con la necesidad de tocar muchos estilos eficazmente. 

Las pastillas 

Las guitarras eléctricas “suenan” gracias a la amplificación de la vibración de sus cuerdas metálicas, captada por unas cápsulas electromagnéticas que se sitúan debajo de las cuerdas. Estas cápsulas reciben el nombre de pastillas o pick-up, y resultan determinantes en el sonido final de la guitarra, aunque no más que la madera o la calidad del amplificador. Existen muchísimos tipos, calidades y marcas de pastillas, pero básicamente encontramos 3. 

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Humbuckers o pastillas dobles: Constan de dos hileras de puntos magnéticos; su bobinado es más denso y producen un sonido más saturado y grave. Por tanto, el mayor volumen de salida las hace adecuadas para obtener tonos “redondos” y para saturar con facilidad; o sea, para meter caña. 


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Single o pastillas sencillas: Constan de una única hilera, y su sonido tiene menos cuerpo que las humbuckers, si bien resulta más claro y cristalino. Algunas humbuckers pueden hacerse sonar como single mediante un conmutador que añade versatilidad a las prestaciones de la guitarra. 

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Pastillas activas: no se limitan a transmitir impulsos magnéticos, sino que mediante la ayuda de una batería o pila amplifican el sonido de las cuerdas, aportando más “sustain” o duración a las notas, claridad y volumen de salida. Dentro de los tres tipos podemos encontrar variaciones, como las pastillas cubiertas, que producen una menor señal de salida. 

Esta información debería servir para que el guitarrista (o futuro guitarrista) sea consciente de sus necesidades musicales, dejando al margen gustos estéticos o pasajeros. ¿Qué voy a interpretar con mi guitarra?, ésa es la pregunta que debemos hacernos antes de empezar a probar modelos. A veces ver las fotos de nuestros ídolos es más explicativo, aunque es innegable la elevada dosis de fetichismo que conlleva esto. Por ejemplo, si queremos tocar como Bruce Springsteen no parece lo más indicado elegir una Ibanez. Y si deseamos seguir los pasos del furioso tapping de Van Halen, hacernos con una Les Paul tampoco parece la opción más adecuada. 

Pero no. No es tan inmediato. El argumento anterior parece lógico pero no es definitivo ni mucho menos. Una buena guitarra puede servir para casi cualquier estilo, de la misma manera que una mala guitarra no facilita las cosas ni a unos, ni a otros. Es entonces cuando, con las ideas básicas perfiladas, debemos comenzar la tarea de “búsqueda y captura”. 

Probando la guitarra 

Elegir tu 1ra guitarra (Actualizado 04/10/10) 


Podrían escribirse libros sobre el peculiar arte de entrar en una tienda, pedir tu guitarra favorita y decir “déjeme probarla”, antes de comenzar con el arsenal de “tocadas de prueba”. La película “Wayne’s World” realiza una divertida parodia de este proceso (¿recordáis aquello de “prohibido tocar Stairway to heaven”?). No en vano, muchas veces no sabemos poner a prueba al instrumento… malpensados. A menudo este proceso se convierte en una fugaz exhibición de talento, pero sin comprobar si realmente merece la pena apostar por esa guitarra o, como en los rascadores, hay que seguir buscando. Supongamos que estamos en un establecimiento, sentados con nuestra guitarra de prueba y, a veces, bajo la amenazadora mirada del dependiente. ¿En qué debemos fijarnos? 


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- Lo primero, en la comodidad de la guitarra. El instrumento ha de ser cómodo, agradable de sujetar, que no oponga resistencia cuando nos intentemos adaptar a sus dimensiones. Una guitarra puede reunir todas las virtudes del mundo, pero si su mástil, cuerpo, botones, etc. resultan incómodos, el intérprete no estará a gusto jamás. A veces no es una cuestión de peso o dimensiones, sino de “feeling”. Qué más da; la comodidad es fundamental. 
El ajuste. ¿Está la guitarra bien ajustada? Este apartado entraña cierta complejidad y, si eres novato, lo mejor será que te acompañe alguien para probar esto. Aunque toda guitarra puede (y debe) ajustarse periódicamente, lo ideal es que ya lo esté. 

a) El mástil divide las escalas en semitonos, correspondiéndose con cada uno de los trastes. Si la guitarra tiene 24 trastes, la nota producida por una cuerda “al aire” (sin pulsar ningún traste), ha de ser la misma que la producida por los trastes 12 y 24, es decir, sus “octavas”. Una guitarra tiene que estar bien octavada, lo cual indicará que la curvatura del mástil, tamaño de los trastes, etc. han sido bien calculados (todo ello obedece a principios y leyes físicas que nos extenderían en exceso). Lo podemos comprobar tocando armónicos naturales, a base de oído o con la ayuda de un afinador electrónico, pero las notas tienen que ser exactamente las mismas, independientemente del traste elegido para interpretarlas. A veces las cuerdas viejas tienen tendencia a vibrar defectuosamente dando la sensación de que la guitarra está “desquintada” o “desoctavada”, por ello es importante, especialmente en este punto, probar la guitarra con cuerdas nuevas o en buen estado. 


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b) La altura de los trastes. Aunque este punto guarda mucha relación con la comodidad, la altura de los trastes o “acción” resulta crucial a la hora de interpretar determinados fraseos. Si deseamos tocar rápido, o hacer uso del tapping y tocar solos técnicamente complejos, puede ayudar notablemente el hecho de que la acción esté lo más baja posible. Siempre hay que tratar de evitar que las cuerdas trasteen (es decir, que rocen los trastes al vibrar y su sonido sea poco claro o desagradable), por tanto las cuerdas bajas, aunque ayudan, siempre tendrán más tendencia al trasteo y al sonido menos claro. Por otro lado, el sonido será más nítido con la acción alta, ya que habrá mayor espacio mástil-cuerda para permitir la vibración. Sin embargo, los bendings, tappings y fraseos rápidos resultarán más complejos. Tenemos que decidir qué configuración se ajusta mejor a lo que pensamos interpretar. 


c) Mástil y “dureza” de las cuerdas. Otro aspecto que interviene directamente en la facilidad para la ejecución es el grosor del mástil: un mástil grueso dificultará que nuestros dedos “vuelen” sobre el diapasón, pero hará más sencillos los bendings, ya que tenemos mayos superficie de sujeción. Otra ventaja del mástil con cuerpo es que mejora la estabilidad y resistencia de la guitarra. Un mástil fino resulta más cómodo para solear rápido, pero también es más endeble. A pesar de esto, dependiendo de dimensiones, tensión de las cuerdas, altura de las mismas, etc. hay guitarras que resultan cómodas, “blandas” para tocar con ellas, y otras por el contrario más duras y menos confortables al principio. En mi opinión, es primordial que cuando evaluemos la comodidad de la guitarra también busquemos una altura de cuerdas y tipo de mástil que concuerden con nuestras necesidades y con lo que esperamos del instrumento. 
El sonido. Normalmente, en las tiendas, las guitarras se prueban con amplificadores de calidad, lo cual puede despistarnos un poquito respecto al verdadero sonido de lo que estamos probando. Obviando esto, debemos buscar un sonido que nos convenza desde el principio, cuya primera impresión sea lo más positiva posible. Que sea lo que vamos buscando, el flechazo, el amor a primera vista… o a primer acorde. Un bluesero perseguirá un tipo de sonido diferente a un metalero, o a alguien que desee hacer pop-rock, pero todos ellos tienen un sonido ideal determinado en su cabeza. Debemos configurar el amplificador para obtener ese sonido… y evaluarlo, cuanto antes mejor, ya que después de varias horas perdemos poder sensitivo y no sabemos ni lo que están oyendo nuestras orejas. 


Si tenemos que resumir el proceso de prueba en tres aspectos, yo reseñaría comodidad, sonido y feeling. Y por supuesto, sentirse cómodo también con el precio. En el mercado hay cientos de modelos, imitaciones, marcas y posibilidades que pueden ajustarse a casi cualquier bolsillo. Así que una vez superada esa selección inicial (obligada), y con las nociones básicas estilísticas claras, lo más importante es que el instrumento sea confortable y que suene como esperamos. NUNCA hay que forzar la máquina, y comprar guitarras con las que sea difícil tocar lo que habitualmente tocamos, con el pretexto de “ya me acostumbraré”. Y tampoco hay que conformarse con cualquier sonido, repitiendo eso de… “bueno, no es una guitarra cara”… o “esto lo arreglo yo con mi pedal metal-power”. La primera impresión es fundamental: si ésta es positiva, y además el objeto de deseo aprueba la comprobación de ajustes y presenta un buen aspecto, podemos estar ante la guitarra ideal. Ésa que nos va a regalar miles y miles de horas de placer guitarrero. O tal vez, regresando a la primera línea de este artículo, vas a acabar pensando que no hay amor que cien años dure. En ese caso, ya puedes ir ahorrando. Bienvenido al club del GAS. 


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FUENTE: www.vincci.com.ar 

Sobre el Mastil de la Guitarra 
Como hay muchos interesados en el tema de la guitarra me pareció importante actualizar el post cada vez que considero que hay info util para ayudar a los que se inician a buscar su primera guitarra con un poco mas de criterio que el simple "por que sí" 
asi que amigos taringueros aqui les va info sobre el mastil 

EL MASTIL, también llamado “mango” o “brazo”. 

A modo de introito y advertencia, decir que no pretendo con este artículo que el lector se divierta. Sinceramente creo que pocas cosas hay más aburridas que un artículo que es todo teoría, pero si decides seguir leyendo podrás aprender un poco más acerca de las partes que componen el mástil de tu guitarra eléctrica y de los cuidados que este necesita en cada una de sus partes. Así que, como diría Benito Lopera Perrote, “por esa regla de tres...” aprenderás como sacar más partido del mástil de tu guitarra y, por ende, de esta. 
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Generalmente compuesto por una o más piezas de madera, el mástil es el encargado de soportar las tensiones producidas por las cuerdas, así como de proporcionar la posición correcta para hacer sonar cada una de las notas contenidas en la escala de cada una de las cuerdas. 

Las partes de las cuales se compone un mástil estándar de guitarra eléctrica son el brazo y el diapasón. Asimismo, el brazo contiene varias partes no menos importantes como son el alma y el clavijero, y el diapasón alberga sobre sí los trastes y la cejuela. 
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El Braso 
Podemos dividir el brazo del mástil en dos partes principales: el brazo en sí mismo y el cabezal ó “pala”. El brazo nos servirá en su parte trasera para apoyar el dedo pulgar mientras ejecutamos un acorde o una nota en el diapasón. Esta parte no tiene ninguna utilidad para el señor Ritchie Havens, el cual utiliza el pulgar para pisar de la cuarta hacia arriba. Tiene el tío un pulgar que parece una morcilla de Burgos. En su parte interior (en la del brazo, no en la del pulgar de Ritchie) se alberga el llamado “alma” de la guitarra, accesible para su ajuste en la mayoría de los casos por un agujero hecho a tal efecto en la base de la pala, junto a la cejuela. El llamado alma, no es más que una varilla sujeta por uno de sus extremos y roscada en el otro que se “alargará” o “contraerá” dependiendo del sentido en el que apretemos el tornillo de la misma. El alma actuará en forma directa sobre el diapasón y es muy recomendable que las intervenciones de ajuste sean realizadas por un luthier, pero esto lo veremos más adelante. 

En la mayoría de los casos, en la parte más alta del mástil (si tenemos en cuenta que la parte baja es el llamado “talón”, parte del mástil que encaja en el cuerpo de la guitarra) se encuentra el clavijero. Aunque el clavijero es común en casi todos los instrumentos de cuerda, existen diferencias en las funciones desempeñadas en cada uno de estos instrumentos. En este caso nos vamos a centrar en el clavijero de la guitarra eléctrica, ya que es el que estamos describiendo y el que nos interesa en este artículo. 

La principal función del clavijero es la de tensar y sujetar las cuerdas. Debemos diferenciar entre clavija y clavijero, ya que este último está formado por tantas clavijas como número de cuerdas tenga el instrumento determinado. Dependiendo del número de clavijas, existen distintas formas de sujetar las cuerdas en cada una de ellas. Lo más común, y en el caso que nos ocupa es así, es cuando las cuerdas van enrolladas individualmente en cada una de estas clavijas. 
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La clavija consta de varias partes: Eje, cabeza o “mariposa” y en algunos casos un dispositivo bloqueador. El mecanismo es simple: La parte visible del eje tiene un agujero que lo atraviesa horizontalmente y por el cual se introduce la cuerda a tensar. Una vez introducida simplemente hay que hacer girar la cabeza de la clavija, unida generalmente al eje por un tornillo, y la cuerda se tensará sobre si misma. En el caso de los clavijeros con bloqueador, el eje del mismo es hueco y en su interior se alberga un pequeño pistón, el cual posee una rueda que al girarla hace subir este pistón y atrapa la cuerda introducida en el agujero del eje haciendo que esta quede inmóvil en ese punto. Estas clavijas tienen sus ventajas e inconvenientes. La principal ventaja de este tipo de clavija consiste en que si la cuerda se rompe es mucho más rápido cambiarla y afinar, ya que no hay que estar girando la cabeza de la clavija, sino simplemente poner la cuerda, subir el pistón para atraparla y proceder a la afinación. Entre los inconvenientes, generalmente son clavijeros pesados y harán que tu guitarra produzca el conocido “cabeceo” o peso excesivo en la pala. Por otra parte, si bien es cierto que es más fácil y rápido el cambio de cuerda, no lo es menos el hecho de que la cuerda es más propensa a partirse, dado que solamente existe un punto de sujección y la cuerda generalmente no da una vuelta completa sobre el eje. 
El diapasón 
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Llegamos a la parte más visible del mástil. Y digo más visible porque es la que más se verá en tus conciertos o simplemente si tocas en cualquier sitio con tus amigos: El diapasón. 

De un modo coloquial podemos describir el diapasón como ese trozo de madera (excepto en algunas guitarras, que es plástico... y si no, miren guitarras en algún gran comercio “inglés”) en la que se incrustan esos hierrecitos y en la mayoría de los casos la cejuela. 

Cada uno de esos hierrecitos que atraviesan el diapasón longitudinalmente se denomina traste. Técnicamente, y tal como he leído en algún sitio “los trastes son cada uno de los trozos de metal o hueso que se colocan ordenados en el diapasón de la guitarra y otros instrumentos semejantes para que, oprimiendo entre ellos las cuerdas, quede a estas la longitud libre correspondiente a los diversos sonidos”. Otra explicación mas sencilla y fácil de entender es que los trastes tienen la función de que, dependiendo entre cuales dos oprimas la cuerda, sacarás una nota u otra de la escala de la cuerda que estés usando. Es decir, si en una afinación estándar “EADGBE” (MI – LA – RE – SOL – SI – MI) pulsas la sexta cuerda entre el quinto y el sexto traste sonará un LA, mientras que si pulsas la tercera cuerda entre los dos mismos trastes sonará un DO. 

El diapasón junto con los trastes contienen todas las escalas posibles de la guitarra, tanto eléctrica, acústica o española (también llamada clásica). El diapasón no siempre tiene el mismo número de trastes. Dependiendo de la escala de la guitarra tendremos más o menos trastes, con lo cual la amplitud de notas musicales también variará si tenemos una guitarra de escala estándar o barítona. 

En algunos casos, en la parte superior del diapasón se encuentra la cejuela. Esta pieza es de una gran importancia en todo tipo de guitarras. Su función principal es mantener una altura adecuada entre las cuerdas y los trastes, para que al hacer sonar estas, no rocen en los trastes produciendo el llamado “trasteo”. También es la responsable de mantener la separación adecuada entre las cuerdas del instrumento (junto con las silletas del puente). 

La cejuela puede estar fabricada de diversos materiales, y cada uno de ellos contribuirá junto a los demás componentes de tu guitarra a ofrecer un sonido y “personalidad” distintos. No sonará igual una guitarra con una cejuela de marfil que una cejuela de tusq, grafito o hueso. 

Como dije antes, el diapasón se verá influido por una pieza interna, el alma del mástil. Dependiendo del ajuste del alma de nuestro mástil el diapasón tendrá mayor o menor curvatura, es decir, estará más cóncavo o más convexo. Esto también influirá en el sonido de nuestra guitarra, ya que la distancia de las cuerdas a los trastes no ha de ser muy grande o las cuerdas quedarán demasiado altas para hacer que la guitarra sea cómoda de tocar. Si por el contrario la distancia es muy baja se producirá el efecto conocido como “cerdeo”. Para un buen ajuste de la altura de las cuerdas entra en juego casi todas las piezas de la guitarra eléctrica: las silletas del puente, las pastillas, el alma del mástil y la cejuela. Es importante saber que cualquier acción sobre el alma debe ser llevada a cabo por un luthier o personal experimentado en estos menesteres. Un mal ajuste de esta pieza puede hacer saltar por los aires tu diapasón. 

Cuidados del Mastil 
Debido a los distintos tratamientos de acabado a los que es sometido el mástil no existe un método de cuidado y limpieza universal para todo tipo de mástiles. Los hay acabados con lacas de nitrocelulosa, acabados al aceite, al poliuretano... 

Personalmente siempre limpio el brazo con un limpiamuebles que contenga ceras naturales. Estas ceras no dañan ninguno de los acabados en barniz o laca. De este modo me aseguro la nutrición de la madera de esta parte del mástil. Para el diapasón se recomienda usar aceite de limón. Este aceite nutre y cuida de que el diapasón no presente grietas por el desgaste y el uso. 

Los trastes han de limpiarse con mucho cuidado. Se puede quitar la suciedad puliéndolos con lana de acero. Para esto protegeremos bien el resto del mástil con cinta de carrocero y dejaremos “al aire” solamente los trastes. De este modo no dañaremos el resto del mástil. 

Como solución de emergencia para cuerdas de metal (y más ahora en estos tiempos de crisis) utilizo alcohol de quemar o alcohol isopropílico. No estoy recomendando estos productos. Yo estoy habituado a su uso pero son productos que pueden dañar el acabado de tu guitarra si no los usas adecuadamente, por lo que han de ser usados por tu cuenta y riesgo. Lo mejor sin duda es un cambio de cuerdas. 

En cuanto al clavijero poco más que añadir a algún tipo de producto lubricante. Es raro que el clavijero necesite lubricarse. Este extremo puede deberse al desuso o al descuido prolongado en el cuidado del mismo. No es lo habitual que hayamos de lubricarlo. De cualquier modo, si no estás seguro a la hora de hacerlo puedes optar por que lo haga un luthier o por cambiar el clavijero. Ninguna de las dos opciones es barata, pero como digo tampoco son habituales. 

Fuente: guitarramania.com 


Video de prueba entre una Gibson Les Paul y una Epiphone 

link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=EFEhrTuiuzI 

Diez consejos a la hora de comprar una guitarra electrica 

Los 10 principales puntos que debe considerar antes de comprar una guitarra eléctrica 
Ya sea que haya sido inspirado por uno de los grandes artistas de la guitarra o por Guitar Hero, hay mucha información que saber antes de comprar una guitarra eléctrica. Aquí le brindamos la información más importante para darle una base a fin de que realice una compra bien informada. 

1. Estilo del cuerpo de la guitarra 
Todas las guitarras tienen su propio estilo, y usted también. Elija la guitarra adecuada para usted para el tipo de música que desea tocar. 

Las más comunes son las guitarras eléctricas de cuerpo sólido, vienen en los más variados estilos y no tienen restricciones acústicas. 

Las guitarras semi-hollow (o semi-sólidas) tienen un sonido más oscuro y circular. Éstas tienen un centro sólido de madera (para minimizar el feedback) con grandes cámaras en ambos laterales y agujeros de sonido sobre ellas. 

Las guitarras de cuerpo sólido, una opción para la mayoría de los guitarristas de jazz, son lo suficientemente grandes como para tocarlas acústicamente sin la necesidad de un amplificador, pero con demasiada amplificación producen feedback. 

2. Trastes 
La mayoría de las guitarras eléctricas tienen 22 trastes. Si usted quisiera tocar una octava más alta, tiene que comprar una con 24 trastes. Una guitarra con trastes suaves le permitirá hacer más cosas con la guitarra y ello hará que tocarla sea más fácil y placentero. 

3. Amplificadores 
Si usted ya tiene un amplificador favorito, use uno similar cuando pruebe guitarras eléctricas ya que sonarán diferente con cada tipo de amplificador. Todas las guitarras suenan fantásticas con un amplificador de primera calidad, pero usted necesita una que suene fabulosa con el amplificador con el que estará tocando. 

4. Madera 
El tipo de madera influye en el tono, incluso en las guitarras eléctricas. Las maderas más comunes utilizadas para la fabricación de guitarras son aliso, fresno, caoba, arce, palisandro y tilia americana. Con frecuencia se las combina entre sí para crear tonos únicos. 

5. Mástiles 
Los mejores mástiles son ajustados, rígidos y rectos para garantizar que la acción sea consistente. Para las guitarras eléctricas lo más común son los mástiles atornillados porque pueden repararse con más facilidad que los mástiles fijos (o pegados). Si bien los mástiles fijos con frecuencia son más caros para comprar y reparar, su estructura sólida garantiza estabilidad. Dentro del mástil hay un tensor de mástil que es una barra de metal utilizada para reforzar el mismo. 

Los mástiles vienen en diversas formas tales como en forma de C, delgados, anchos-delgados, etc., y es importante que usted elija el que tenga un ajuste más cómodo para su mano. 

6. Largo de los trastes 
La mayoría de las guitarras tienen uno de los dos largos de trastes: 25-1/2" (brinda alta tensión y un sonido más agudo) y 24-3/4" (cuanto más baja es la tensión de la cuerda, es ligeramente más fácil tocar y brinda un sonido menos agudo). 

7. Puentes 
Los dos tipos principales de puentes en las guitarras eléctricas con el tremolo y el stoptail. 

También denominado barra de whammy, un puente trémolo le permite combinar todas las cuerdas al mismo tiempo. Es bueno para los estilos "metal" pero puede desafinar las cuerdas. 

Un puente stoptail es más estable para la afinación ya que está fijo al cuerpo de la guitarra. Muchos músicos prefieren la sensación del stoptail ya que brinda más sustain. 

8. Acción 
La acción es la distancia física entre la cuerda y los trastes. Cuanta más distancia, más difícil es sostener la cuerda contra el traste y producir una nota limpia. Sin embargo, si la acción es demasiado baja, puede resultar en un "zumbido" de los trastes cuando se puntea la cuerda. Es mejor asegurarse que las cuerdas sean fáciles de empujar hacia abajo sin que sea demasiado bajo. 

9. Investigue 
Investigue sobre los fabricantes de las guitarras en las que está interesado e instrúyase sobre los detalles de los diversos modelos para poder tomar una decisión informada. Vea las reseñas de los sitios, lea sobre las ventajas y desventajas y considere otras opiniones. La investigación es importante, especialmente cuando va a comprar por internet. 

10. Costo y calidad 
Compre el instrumento de más alta calidad que pueda pagar, pero recuerde que se puede encontrar calidad a diferentes precios. Si usted no puede pagar la guitarra con la que se siente más cómodo y que para usted suena mejor, considere ahorrar dinero un poco más de tiempo para comprar una que pueda usar por años. También recuerde que a medida que va mejorando puede cambiar su guitarra y que una guitarra de calidad tendrá un valor de reventa más alto.

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